Retos de la universidad autónoma indígena de méxico: una propuesta a la universidad intercultural (página 2)

Llegar a un lugar diferente es para muchos muy difícil,
eso lo he notado durante el transcurso de dos años que he
estado en esta
universidad, el
verano del 2006 así lo note conocí a muchos
jóvenes de Chiapas,
Nayarit, Oaxaca, Edo. México,
Sinaloa, Sonora, Chihuahua y varios estados de la
república, jóvenes con ganas de superarse, muchos
de ellos tristes y con ganas de regresarse a sus casas, unos por
que eran la primera vez que salían de sus pueblos, de sus
"ranchos" como nosotros le decimos, algunos desconocedores de
muchas cosas, otros con problemas de
comunicación por desconocer términos
o palabras diferentes y encontrarse a una realidad que a veces
superaba lo pensado, algunos más porque siempre han
hablado su lengua materna
y se les dificulta hablar el español o
sentirse menospreciado.

Esta problemáticas son propias de la identidad y
creo a mi parecer es el primer elemento como reto que la
universidad intercultural debe rescatar, es la que salta a la
vista, sabemos que ella representan la cultura propia
de cada persona, en ella
se encuentra la huella digital de su existir, que hace
identificarnos como originarios de una región o cultura,
pero no solo hacerlo como retórica o discursos sino
con hechos y por ante todo dignidad ,
respetando las diferencias de opiniones, cosmovisiones y
expresiones en el bagaje cultural propias de cada región
que permitan una mejor relación entre culturas.

Para la UAIM que año con año recibe a
jóvenes de varios estados y regiones, de norte a sur sin
distinción alguna, hace que el estar inmerso en este
micromundo donde se puede escucharlos, expresarse, dirigirse de
un modo diferente, los contrastes que hay entre regiones
separadas solo por la distancia, pero que los mecanismos de
comunicación no sean barreras, que las diferentes formas
de ver la realidad no sean pretexto para excluir, rechazar o
discriminar sino al contrario que sea el puente necesario para
tener sociedades mas
incluyentes y preparadas a los retos que las sociedades actuales
requieren.

El dominio de la
lengua
castellana es vital aquí en la universidad, así
como el manejo mínimo de software (PC) y como segunda
lengua es necesario acreditaciones en ingles para poder
presentar tu acreditación final, lo que algunos
jóvenes de venir de lugares muy lejanos sin alguna vez
haber salido de sus tierra natal,
se les dificulta esa interacción, pero la convivencia dentro de
la UAIM es muy buena, aquí los reciben acogedoramente, les
ayudan a instalarse, y les damos la información necesaria, entre nosotros,
además la universidad cuenta con el sistema de
tutores, y con un programa de
familiarización que es un programa donde los
jóvenes de nuevo ingreso se integren, se conozcan y se
expresen tanto dudas como comentarios, se familiaricen entre
ellos, rompiendo así la barrera de la timidez, la lengua y
los prejuicios que se tienen entre indígenas y mestizos,
más aún el programa extiende su servicio al de
tutorados, que una vez que el estudiante está integrado a
sus actividades si tiene dudas, preguntas, comentarios, o
problemas de diversa índole, el tutor tiene la responsabilidad de ayudarlo, o indicarle que hacer
en caso de problemas, esas son las aportaciones que nuestra
universidad ofrece a los jóvenes. Pero también
dentro de los retos que tiene las universidades interculturales y
en especial nuestra universidad es la de vinculación
con la comunidad una
relación de manera que el estudiante pueda ofrecer sus
conocimientos de manera racional, sin imposición, sin
menoscabo de otras culturas o de la suya propia, la
interacción con la comunidad debe ser para el rescate de
los valores,
la lengua, las tradiciones, las enseñanzas de nuestros
ancestros, preservación por la madre naturaleza,
utilización de técnicas y
tecnologías que permitan una sustentabilidad y el respeto de los
recursos
naturales.

¿Pero cómo la universidad intercultural puede
lograr estos objetivos?,
¿como los puede llegar a integrar sin que se pierda la
identidad?, sin homogeneizarlos o aculturarlos o transformarlos
en hombres de ciencia sin
perder su esencia.

He ahí un gran reto para estas universidades, para la
UAIM a pesar que desde su creación se concebía como
una universidad para indígenas Yolem-Mem, mayo de la
región norte de Sinaloa con una educación
socio-intercultural este modelo
desapareció por cuestiones estructurales de proyectos
diferentes y intervenciones serias del estado en replantear otros
modelos
educativos para los indígenas.

Y al paso del tiempo por
cuestiones de conveniencia, por necesidades primarias como
abastecer de infraestructura y tener en mejores condiciones las
instalaciones; el comedor y dormitorios, centros de
computo, se necesitaban recursos los cuales no se contaban y
con la creciente demanda de
jóvenes que año con año se van
incrementando, así como los gasto de operación del
personal de
planta y docente, más aun el reconocimiento oficial por
parte de la SEP que debería tener como universidad, fue
así que para poder ingresar a los recursos por parte de la
federación tendríamos que integrarnos al modelo
intercultural, lo cual se fue haciendo paulatinamente, hasta
abandonar el modelo socio-intercultural para entrar con el modelo
educativo intercultural. La aplicación del modelo
intercultural en esta universidad data más de ser un
modelo que cumple con sus normas,
entendemos que en el caso de la UAIM, es aun complejo debido a
que convergen distintas etnias que significan diferentes
cosmovisiones de ver la realidad, más aun también
los hay jóvenes mestizos y extranjeros quienes en la misma
interrelación entre los unos y los otros y por inercia de
la misma convivencia se van dejando algunas costumbres y
adquiriendo otras.

Quiero pensar que ese fue el caso de nuestro compañero
quien a continuación les narraré su paso por la
UAIM. Este joven procedente del estado de Chiapas quien por
azares del destino nos encontramos en la UAIM, aquí
nosotros tenemos albergues tanto varonil como femenil, un
comedor, 2 centros de computo, canchas deportivas, donde a diario
interactuamos todos de diferentes carreras, diferentes grados,
él se integro a nuestro cuarto donde éramos 10
estudiantes en ese tiempo compartíamos el cuarto de
albergue con los estados de Sinaloa, Chihuahua, Veracruz,
Chiapas, Oaxaca y Nayarit, chico con buen promedio, muy dedicado,
hablante de la lengua tzeltal y la practicaba con algunos
compañeros de la misma región, muy sociable y una
persona dedicada y responsable, de creencia adventista.

Había ocasiones en que lo encontrábamos
profundamente triste, agobiado por que estaba lejos de sus padres
y hermanos, en ocasiones lo hallábamos llorando y muy
desesperado, otras veces le hacíamos ver las cosas, lo
aconsejábamos, le damos los ánimos, claro al modo
que creíamos conveniente ya que era un buen estudiante,
durante los meses de adaptación, él se
mostró abierto con nosotros, en actividades y organización dentro del albergue, pero creo
que ocurrió algo más fuerte para él, por
propia voz de él expreso que no estaba a gusto, que no
entendía la forma de enseñanza, y que sus costumbres eran
diferentes, además de que se le dificultaba la
comunicación, por que él ya se había
evaluado y sabíamos que después de volver las
vacaciones en diciembre lo volveríamos a ver y en efecto
al regresar de las vacaciones lo volvimos a ver pero fue solo
para despedirse de nosotros.

Otros jóvenes de diferentes lugares les sucedió
lo mismo tanto en aquel año del 2006 como en el 2007,
muchas de esas deserciones eran principalmente de la
región norte, principalmente jóvenes de Sinaloa,
algunos al llegar en menos de ocho días desertaron, y
otros al pasar los días tal vez porque les costaba
adaptarse al modelo educativo, a las circunstancias del clima, al
cambio de
hábitos y costumbres, a la comida, además de que no
venían muy convencidos a quedarse o porque algunos
tenían mejores privilegios en casa que lejos de ella o
porque no les gustó las condiciones o instalaciones de la
universidad, esta situación tal vez fue lo que
ocurrió a nuestro amigo.

Ahora bien las soluciones a
las problemáticas que suceden en esta universidad en
cuanto a los compromisos con la sociedad y en
especial con las comunidades indígenas son diversas por no
decir un micromundo, las formas en como los jóvenes ven la
cosmovisión de su realidad, la aplicación de
programas
educativos, la relaciones tutor-materias-realidad, la
interacción entre distintas zonas geográficas y
lenguas de
casi toda la
república, es tan interesante ver esa relación
interpersonal y la interacción de personal tanto docente
como administrativo, donde lo que se busca es el respeto al otro,
respeto a su lengua, a su tradiciones, a su vestimenta, a su
gastronomía, a su condición de
indígena, no de indio con tono despectivo, respeto a su
condición de humilde y sencillo no de vulgar, en ese
sentido se da prioridad al otro por la persona como es, por su
linaje que representa orgullo y no menosprecio o discriminación.

Las respuestas pueden ser muy diversas a las
problemáticas antes planteadas, la convivencia va desde lo
inexplicable en la conducta de los
jóvenes, hasta lo previsible por las diferentes
experiencias tenidas anteriormente, por eso yo creo que la UAIM
alimenta un ambiente de
responsabilidad académica propia del estudiante, de ser
crítico y analítico en las problemáticas de
la sociedad, de ser capaz de darle soluciones a problemas reales
y de comprometerse a que regresara su comunidad de origen a poner
en práctica los conocimientos adquiridos en la
universidad, esto según el modelo intercultural de
enseñanza, esperemos que sea esto por el bien de las
comunidades indígenas.

Promover dentro de las mismas universidades interculturales
los saberes locales, las enseñanza sabia de milenios que
se han ido trasmitiendo en nuestras culturas, rescatar el origen
de la ciencia en
esencia y no con discursos oficiales, fomentar la identidad con
acciones
conjuntas, no desde el punto de vista etnocéntrico,
sino con fundamentos basados en las identidades de los diferentes
pueblos, asumir la responsabilidad que nosotros somos actores
y sujetos sociales inmersos en un mundo cambiante.

Propiciar herramientas
formativas para el respeto, la ética,
la moral, no
desde el punto de vista ni pastoral sectario o religioso, sino
para la convivencia entre personas que respetan su forma de
hablar, de vestir, que respetan su trabajo, su
casa, y todos los derechos humanos
básicos , esto es de gran importancia, es vital que se
realicen estas acciones, porque no solo se están formando
jóvenes con potenciales productivos para una empresa o
comunidad, sino personas que viven inmersos en un mundo
cambiante, con tecnologías y políticas
incluyentes que a veces son para bien o para mal.

Y que hoy aun después de varios siglos de discriminación, marginación, y casi
exterminio de nuestras culturas esos pueblos hoy siguen alentados
por la esperanza de compartir una tierra que siempre han
soñado donde sus hijos convivan con las diferentes
culturas, y que el color, la
religión,
la lengua y la forma de ver la vida no sea una limitante que no
les permita crecer con mejor bienestar y tener una vida digna
como nuestros antepasados siempre lo han querido.

CONCLUSIÓN

Sabemos que falta mucho por hacer, tanto autoridades
universitarias, como los gobiernos sean esto locales o federales,
así también la participación compartida de
las comunidades indígenas, ya que a ellos debemos el
conocimiento que por milenios aun hoy se conserva, más
aun somos nosotros como los estudiantes que somos quienes debemos
de darle el rumbo adecuado para que nuestra universidad sea
considerada como una institución donde respeta y
fortalezca las culturas, en donde nuestra identidad como
indígenas sea representada y a su vez pueda convivir con
otras culturas que no son indígenas, donde exista el
respeto y sobre todo la tolerancia, la
armonía y convivencia pacífica para poder hacer de
esta sociedad una sociedad más justa e igualitaria en
derechos y
oportunidades.

Los compromisos de esta universidad son muchos y tal vez sean
solo proyectos, es necesario ponernos a trabajar todos con
propuestas que sean racionales, respetando ante todo la dignidad
del otro, sea este indígena o mestizo, sea este blanco o
afro, en la variedad de pensamientos y la cosmovisión de
los diferentes pueblos enfrentando así las diferentes
problemáticas que aquejan a las comunidades sean estas
urbanas o rurales, propiciando los medios
necesarios para que se tenga mejor calidad
educativa, mejor condiciones de vida y sobre todo que sea
modelos incluyentes en todos los aspectos, no
homogeneizándolas, no excluyéndolas, sino tomando
en cuenta sus necesidades y su forma de ver nuestro mundo.

Ese micromundo que a veces es diferente a otros, pero que
debemos tomar en cuenta que las políticas oficialistas
siempre abogaran por sus modelos, pero nosotros debemos saber
"cuáles son esos modelos" que nos permitan entender mejor
nuestras necesidades y así poder decir que en la
universidad sean estos interculturales o no siempre
tendrán cabida toda la gente todos los pueblos.

Autor:

Omar Juárez Vázquez

Estudiante de la licenciatura en Sociología Rural, decimo trimestre
Universidad Autónoma Indígena de México.

*Memoria del 1er
Encuentro de Estudiantes de Universidades Interculturales,
realizado en las instalaciones de la UNICH, San Cristóbal
de las Casas, Chiapas.